¿Influencer o creador de contenido? El arte de elegir a un aliado digital

 

 

Escrito por Gabriela Tesone

Guatemala, 14 de mayo de 2025

 

 


 

 

En el universo de las colaboraciones online, elegir bien a tu aliado puede hacer que tu mensaje llegue más lejos y con más fuerza.

El vibrante ecosistema digital en el que vivimos ha desarrollado dos figuras que destacan constantemente: influencers y creadores de contenido. Aunque a veces se utilizan como sinónimos, no son lo mismo. Entender esta diferencia es clave para diseñar campañas efectivas y con propósito.  

 

No es lo mismo, pero se llevan bien

Comencemos por definir los roles. Los influencers son personas que han logrado construir una comunidad sólida y leal en torno a su estilo de vida, valores o intereses. Su mayor fortaleza no es solo el número de seguidores que tienen, sino la influencia que ejercen en las decisiones de compra o comportamiento de su audiencia. Un influencer puede recomendar una marca de ropa, un nuevo restaurante o incluso hablar sobre sostenibilidad y su comunidad lo escuchará, lo tomará en cuenta y, muchas veces, actuará en consecuencia. Su impacto está en la credibilidad y el vínculo emocional que han creado con sus seguidores.

Por otro lado, los creadores de contenido destacan por la calidad, creatividad y consistencia de lo que producen. Son los que logran que un video de cocina parezca sacado de un programa de Netflix o que un tutorial de maquillaje se vuelva tendencia por su impecable edición. Muchos de ellos no tienen audiencias tan grandes como los influencers, pero sí generan contenido que las marcas desean usar por su valor estético, funcional y estratégico.

 

Los influencers generan impacto a través de su credibilidad y vínculo emocional con su audiencia.

 

 

Del contenido al impacto

 

Esto no quiere decir que uno sea más valioso que el otro. De hecho, en muchos casos, se complementan. Un influencer puede ser un gran creador de contenido, y un creador puede generar tanta empatía con su audiencia que se convierta en influencer. La clave está en reconocer qué tipo de “figura digital” se necesita para cada campaña comunicacional: si se busca exposición y posicionamiento, probablemente un influencer con fuerte alcance se alineará muy bien. Si lo que se necesita es contenido visualmente atractivo para reforzar la imagen de marca o contar una historia de producto, entonces un creador es el camino.

Por ejemplo, si una marca de cuidado para la piel quiere lanzar una nueva línea de productos, puede trabajar con una influencer que hable desde su experiencia usando la marca, generando confianza y mostrando resultados reales. A la vez, puede colaborar con un creador que produzca un vídeo dinámico y visualmente atractivo, mostrando texturas, aplicación y beneficios. Logrando así aportes importantes en la imagen de la marca, pero desde ángulos diferentes.

 

Los creadores de contenido destacan por la calidad y creatividad, impulsando la imagen de marca.

 

 

Actualmente, se evidencia un boom de ambos perfiles: fotógrafos documentando magia, foodies que reinventan platillos tradicionales, personas que narran historias con sensibilidad o mueven masas en segundos. La clave está en determinar cuándo y cómo colaborar con cada perfil. Con un mundo digital que cambia constantemente, entender estas diferencias nos permite ser más estratégicos y efectivos, tanto en el manejo de presupuestos como en los resultados. No se trata de elegir entre uno u otro, sino de saber cómo integrarlos de forma inteligente para construir mensajes que conecten y generen valor.

 

 

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